Ahorrar energía en las fábricas permite a las empresas aumentar su competitividad y liberar nuevos márgenes de maniobra. Sin embargo, a menudo no se aprovechan al máximo las posibilidades de ahorro, a pesar de que las ganancias son rápidas y sustanciales.
Siga nuestros consejos prácticos para reducir el consumo de energía.
Auditar, medir y analizar el consumo energético de los servicios (vapor, combustible, electricidad, refrigeración y aire) es un paso esencial para optimizar los costes.
El sector industrial representa el 9% del coste del consumo de energía en Francia. En este país, la industria es el 3ᵉ sector que más energía consume, sobre todo en gas y electricidad, que representan por sí solos 2/3 de la factura energética. Además, los fabricantes se enfrentan cada año a una subida del 5% del precio de la electricidad.
En este contexto y ante estos retos, a todo empresario le interesa optimizar sus procesos e instalaciones para ahorrar energía y minimizar sus pérdidas económicas.
¿Cuáles son los principales elementos consumidores de energía en las empresas industriales?
Un uso inadecuado de los servicios públicos provoca un consumo excesivo, una reducción de la disponibilidad de los equipos y de la capacidad de producción, una acumulación excesiva de calor, averías repetidas y más mantenimiento correctivo.
Lo mismo puede decirse de las redes: una mala gestión de las redes provoca un aumento de los costes de producción, un suministro energético inadecuado, pérdidas importantes en forma de calor, una distribución inadecuada de la electricidad y, en consecuencia, un menor rendimiento energético. Como consecuencia, la energía no se recupera ni se reorienta de forma óptima dentro de la empresa para reducir el consumo energético industrial.
En parte, esto se traduce en una reducción de la vida útil de los equipos de producción, más horas de trabajo y una disminución de la calidad de los productos y del rendimiento de la empresa. Es fundamental elaborar un informe de auditoría preciso sobre el nivel de consumo energético para identificar las fuentes de despilfarro y evaluar el posible retorno de la inversión (ROI).
Una gran parte de las pérdidas de energía industrial está relacionada con los servicios públicos (vapor, combustible, electricidad, refrigeración industrial y aire comprimido): medición inexacta o inexistente del consumo de procesos o edificios, falta de detección de anomalías, recuperación de energía insuficiente o inexistente, etc. La reducción de los costes de los servicios públicos requiere la capacidad de medir, visualizar y supervisar el consumo, así como la implantación de sistemas de control.
Para conseguir un impacto rápido, es importante tomar medidas para reducir estos costes. Siguiendo consejos prácticos y adoptando medidas sencillas, como la optimización de la iluminación y el mantenimiento periódico de los equipos, es posible mejorar laeficiencia energética de un edificio o una máquina. Esto ayuda a ahorrar dinero y a reducir la factura energética.
En concreto, un análisis preciso del consumo de energía combinado con las acciones pertinentes puede optimizar los servicios públicos y ahorrar energía de la siguiente manera:
Una auditoría con un informe detallado sobre las fuentes de ahorro energético permite evaluar el rendimiento de la inversión (ROI) e identificar las fuentes de despilfarro, algo esencial para mejorar laeficiencia energética de las instalaciones industriales.
La medición del vapor saturado o sobrecalentado y del caudal corregido en función de la presión y la temperatura es esencial en sectores industriales como el procesamiento de alimentos y la industria química y petroquímica para el calentamiento de procesos.
La dosificación del caudal de vapor permite :
En la mayoría de las empresas industriales, el gas, el fuelóleo y el carbón se utilizan para producir calor para las instalaciones y los procesos industriales. Las industrias siguen dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles como materia prima.
Medir el consumo de combustible permite :
Sea cual sea su sector de actividad, la electricidad es probablemente el servicio público más esencial para el funcionamiento de sus equipos de producción.
La medición de la electricidad y su optimización permiten :
Aunque la industria alimentaria es la principal consumidora de energía en forma de frío industrial para mantener la cadena de frío, otros sectores como el farmacéutico y el químico también la utilizan (circuitos de refrigeración en procesos, centros de datos, edificios industriales, etc.).
La medición de la refrigeración industrial permite :
El 11% de la producción industrial de electricidad se dedica a la producción de aire comprimido. Para estas industrias, dominar la gestión de las redes de aire es esencial.
Recopilar, analizar y utilizar datos precisos sobre el consumo de aire, seleccionar e instalar contadores de aire comprimido e indicadores de rendimiento energético pertinentes puede generar ahorros de entre el 15 y el 30% en :
Las energías renovables representan una solución prometedora para reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero en fábricas y centros industriales. Gracias a la innovación, están surgiendo nuevas tecnologías que permiten producir energía verde de forma más eficiente y a menor coste, reduciendo así el precio de sus facturas. Las empresas industriales pueden aprovechar estos avances para reducir sus costes energéticos al tiempo que mejoran su imagen de marca.
El uso de energías renovables, como la solar, la eólica y la hidráulica, puede alimentar no sólo procesos industriales, sino también edificios y vehículos. Al integrar estas fuentes de energía en sus operaciones, las empresas no sólo pueden reducir su consumo de energía, sino también contribuir a un futuro más sostenible. Las innovaciones en este campo ofrecen soluciones adaptadas a las necesidades específicas de la industria, haciendo que la transición a energías más limpias sea viable y ventajosa.
La industria tiene un importante impacto ambiental, debido sobre todo a su consumo de energía y a las emisiones de gases de efecto invernadero. Para mejorar su sostenibilidad, las empresas industriales deben adoptar medidas que reduzcan este impacto. La reducción del consumo energético y laadopción de energías renovables son soluciones clave para minimizar la huella ecológica de la industria al tiempo que se mejora la rentabilidad.
Además, las empresas pueden adoptar prácticas de producción más eficientes para reducir las pérdidas de energía. Por ejemplo, la optimización de los procesos de producción, el mantenimiento regular de los equipos y el uso de tecnologías de vanguardia pueden contribuir a una mayor eficiencia energética. Tomando estas medidas, las empresas no sólo reducen su impacto ambiental, sino que también pueden conseguir ahorros energéticos sustanciales, impulsando su competitividad en el mercado.
Descargue el folleto y optimice su rendimiento energético.