Se han propuesto muchas soluciones respetuosas con el medio ambiente para combatir el problema del cambio climático.
Una de esas soluciones es la bioenergía, una fuente de energía renovable derivada de la biomasa. La bioenergía puede presentarse en forma sólida, líquida o gaseosa, y ofrece muchas ventajas, como la dendroenergía, la calefacción urbana e industrial, los bioplásticos o bioquímicos y el combustible para el sector del transporte.
Además, la captura y almacenamiento de carbono (CCUS) contribuye a evitar las emisiones de gases de efecto invernadero al capturar el CO2 emitido antes de que llegue a la atmósfera para poder utilizarlo en muchas otras aplicaciones.
Gracias a la colaboración entre instituciones de investigación y gobiernos, la contribución de la biotransición a los esfuerzos por mitigar el cambio climático está aumentando considerablemente.
